
Los efectos nocivos potenciales sobre la salud y el medioambiente son ampliamente reconocidos por la comunidad científica, puesto que la acumulación de pequeñas dosis en el organismo humano puede llegar a causar diversas enfermedades nerviosas.
La organización de consumidores ha redactado algunos consejos de salud útiles para manejar este metal escurridizo:
- Evite el contacto con el mercurio, que puede penetrar por pequeñas heridas en la piel y provocar reacciones alérgicas o irritaciones.
- Evite el contacto con el mercurio, que puede penetrar por pequeñas heridas en la piel y provocar reacciones alérgicas o irritaciones.
- No lo inhale, puede causar irritación de las vías respiratorias. Ventile bien la habitación donde se haya roto.
- Su ingestión no provoca síntomas específicos, pero debe extremar las precauciones y acudir al médico para evitar irritaciones o enfermedades nerviosas. Si sospecha que un niño ha podido tragar algo de mercurio actúe de la misma manera, aunque sólo sean suposiciones.
- Si se le rompe un termémtro trate de recoger las bolitas que se forman con papel o cinta adhesiva, utilizando guantes (tírelos después). No utilice un aspirador ni productos de limpieza ni lo eche por el desagüe: métalo en un recipiente que no sea metálico con tapa. Y de ahí, llévelo al punto de recogida de residuos especiales.
- Aunque los instrumentos de medición que contengan mercurio se dejen de fabricar y vender, si tiene alguno de estos en casa puede seguir usándolo. Pero se recomienda que no los tiren a la basura cuando quieran deshacerse de ellos, sino que los lleven a un punto limpio.
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