Uno de los monumentos más visitados de la capital suiza, y a la vez patrimonio de la humanidad, es su famoso reloj de cuco o La Torre del Reloj. Cada vez que faltan pocos minutos para que este emblemático reloj marque las horas se forma una gran expectación de turistas y curiosos a su alrededor. Además, con cada hora se activa un antiquísimo mecanismo digno de ver: un gallo dorado que canta tres veces, un hombre que gira un reloj de arena, así como Hans von Thann, un caballero que con un martillo de oro repiquetea las horas en la flecha de la torre. También podemos ver unos osos bailando, que simbolizan el poder de la ciudad, y un truhán que mueve unos cascabeles. El reloj, además de marcar las horas, también nos indica la fase lunar en la que nos encontramos y el signo del zodiaco.
Pero no solo en la Torre del Reloj reside el singular encanto de Berna: podemos pasear por sus calles arqueadas, contemplar los osos, visitar sus tiendas subterráneas o dar un paseo al lado del río. En definitiva, una ciudad elegante, tranquila y tocada por un halo de cuento de hadas, no te dejará indiferente.
Más info: Sitio oficial de Berna
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